Newsletter

Suscríbase gratis a nuestro servicio de newsletter y reciba en su correo todas las novedades del Turismo Bienestar...

Sobre mi... Paula Sanchez Hidalgo. Viviendo con pasión y dando lo mejor a nuestros pasajeros. Ver Más.

Artículo de Interés

Las Cinco Libertades

La psicoterapeuta Virginia Satir, está considerada por muchos como una de las figuras más importantes en los métodos modernos de la Terapia Sistémica Familiar. Como terapeuta y maestra, era conocida por su calidez especial y por su memorable penetración en la comunicación humana y la autoestima. En uno de sus libros, “En Contacto Intimo”, trata específicamete el tema de la autoestima, y plantea un proceso que se inicia con lo que denomina como las cinco libertades y que transcribo a continuación:

1. Libertad para SER LO QUE UNO ES AHORA, en vez de lo que fue, será o debería ser.
2. Libertad para SENTIR LO QUE SE SIENTE, en lugar de lo que se supone que debería sentir.
3. Libertad para DECIR LO QUE UNO SIENTE Y PIENSA, en vez de lo que se supone que debería sentir y pensar.
4. Libertad para CORRER RIESGOS POR LA PROPIA CUENTA, en lugar de elegir siempre lo que se considera más "seguro".
5. Libertad para PEDIR LO QUE UNO QUIERE, en lugar de ponerse a esperar que alguien le dé permiso para hacerlo.

La Libertad de SER

Cuando la persona llega a un cierto grado de autoconocimiento, adquiere la conciencia de lo que efectivamente es, pero siente que no lo dejan ser. En este sentido la tarea terapéutica consiste en que la persona reconozca lo que es y que pueda actuar de esa manera, logrando el respeto del entorno.

La Libertad de SENTIR

Otro problema habitual que enfrentan quienes recurren a la terapia, es la imposibilidad de reconocer lo que sienten, o de concederse la libertad de sentirlo. Muchas veces las presiones sociales o la situación específica en la que se encuentra el individuo, no permiten que reconozca lo que efectivamente siente. Culturalmente estamos condicionados a aceptar determinados sentimientos y a condenar otros, y cuando los sentimientos de una persona no encajan con estas estructuras, tendemos a negarlos, entonces esos sentimientos quedan reprimidos y actúan desde la sombra, distorcionando toda nuestra conducta (causando rebeldía, autosabotaje, etc.).

Por lo tanto parte del proceso de autoconocimiento será el de reconocer lo que realmente se siente, para después poder transformar o manejar esos sentimientos en forma positiva.

La Libertad de DECIR LO QUE SE SIENTE

Cuando el paciente llega al reconocimiento de lo que es y lo que siente, el terapeuta deberá ayudarlo a expresar responsablemente los sentimientos y a tener la sabiduría de manejar esas verdades personales. Es decir que el hecho de adquirir esa libertad de expresión, implica el reconocimiento de cuándo y cómo decirlo, e incluso adquirir la libertad de no decirlo. La persona deberá aprender a callar libremente, ya sea porque sepa que no va a ser comprendido, porque considere que lo que calla no aporta nada positivo o porque simplemente es parte de su intimidad y elige no compartirlo. A su vez esta libertad implica aprender a no decir lo que los otros esperan escuchar, o lo que se supone que debería sentir y pensar, porque eso sería mentir.

La Libertad de ASUMIR LOS RIESGOS POR CUENTA PROPIA

En definitiva, llegamos al reconocimiento de lo importante que es lograr ser honestos con nosotros mismos, y en este punto aparece la libertad de asumir los riesgos por cuenta propia. La única forma de actuar que garantiza un aprendizaje, es haciéndolo bajo la consigna de lo que uno realmente siente y piensa. De no hacerlo, las experiencias por las que se atraviesa no son las que elegimos, sino las que otros eligen por nosotros.
Si el paciente no logra actuar según su propio criterio, asumiendo sus propios riesgos, no llegará a aprender de sus vivencias (con todo el bagaje de conocimiento que proviene de los errores y los aciertos vividos), y no conseguirá aportar nada nuevo a si mismo y a los demás. 
Todas las personas que han aportado su conocimiento a la humanidad, lo han hecho corriendo sus propios riesgos, rompiendo con viejas perspectivas y estableciendo nuevos paradigmas, viendo la realidad desde otro ángulo e integrando su conocimiento nuevo, a los anteriores.
La Libertad de PEDIR LO QUE SE QUIERE

Por último, antes de mencionar la libertad de pedir lo que uno quiere, me permito agregar un paso previo que es la Libertad de RECONOCER LO QUE UNO QUIERE. Este paso es fundamental en el proceso terapéutico, porque generalmente el paciente llega tan condicionado por las expectativas del entorno, que no es capaz de reconocer lo que realmente quiere. El logro fundamental del proceso terapéutico es el reconocimiento de lo que se es y de lo que se quiere, esos dos descubrimientos son el núcleo del proceso y desencadenaran luego la posibilidad de saber lo que se siente, poderlo decir y actuar tomando los riesgos que esto implica. Finalmente y habiendo logrado estas libertades, se podrá avanzar a la última libertad que es la de pedir lo que se quiere.

Turismo Bienestar - Viajes de Spa y Relax, Cruceros, Playas, Golf, Resorts
Rosario (0341) 424-1174 / 448-2492 / Bs. As. (011) 5239-8897 - info@turismobienestar.com